Ayer por la tarde tuve el placer de disfrutar de nuevo del teatro. Hacía ya bastante tiempo que lo tenía abandonado (serán cosas de la edad, será culpa del cine...). El caso es que ojeando la programación cultural de Cangas para estas navidades, descubrí el ciclo de teatro infantil, y con él ésta "pequeña gran obra de arte". Ya conocía de algo la historia, pues mi sobrina tiene el libro y me dijo que le encantó. Así que me dispuse a disfrutar de una tarde en el auditorio, rodeada de niñas y niños con sus respectivos padres. He de decir que salí encantadísima de la vida, fue una hora mágica que se me hizo corta, y que volvería a repetir mil veces. Ahora tengo el libro a mi lado, dispuesta a disfrutar de esas pequeñas historias ilustradas, que estoy convencida de que me encantarán! (soy super fan de los libros ilustrados, hay cosas que nunca cambiarán...) Es indescriptible lo que allí viví, simplemente me pareció lo más maravilloso que pude ver en años, y no exagero. Sobrio, sencillo y mágico a la vez. Ganas me quedaron de pegarle un sopapo a algún padre que salía diciendo algo así como "menos mal que ya acabó, menuda mierda!", porque está visto que hoy en día, la gente está muy mal acostumbrada... Es una obra para niños y niñas, ¿qué se esperaba aquel ignorante? (me hierve la sangre sólo de pensarlo, mejor cambio de tema)
Lo dicho, que si tenéis la oportunidad de disfrutar de esta obra, no os la perdáis. Yo me quedé con ganas de dejarles propina (2€ por la entrada me parecieron una miseria para lo bien que me lo pasé). Del libro ya comentaré más adelante, primero tendré que terminarlo :)